M. CAÑELLAS. LLUCMAJOR.
Acabar con el uso de veneno en vedados de caza. Este es el principal objetivo del nuevo sistema de vigilancia canina, que ayer fue presentado por la Conselleria de Medio Ambiente en el Centro Cinegético de Medio Ambiente, ubicado en Capocorb.
La brigada, constituida por un mínimo de tres perros, acompañará a los agentes de Medio Ambiente o de la Guardia Civil durante las visitas de control a los recintos cinegéticos, tal y como la Conselleria lleva haciendo desde 2000.
Los animales, que fueron recogidos de la perrera de Son Reus donde esperaban ser sacrificados o dados en adopción, han sido adiestrados específicamente para detectar el uso de sustancias ilegales para el control de predadores, una práctica prohibida en Europa desde los años 70 y que puede acarrear elevadas sanciones económicas, incluso penas de prisión, además de exponerse a la clausura de los vedados.
Las aves suelen ser las principales víctimas. De hecho, el veneno fue una de la mayores causas del retroceso del buitre negro y del milano. Precisamente esta última especie es ahora la que más está acusando el uso de este tipo de sustancias. El año pasado fue especialmente dramático al registrase la muerte de nueve de ellos.
Ahora, el Govern espera a través de esta nueva iniciativa, atajar esta situación y hacer cumplir la legalidad así como los objetivos de la Estrategia Nacional de Ecotoxicología, informaron desde la Conselleria, que recuerda además que la Orden de Vedas permite la captura de predadores, gatos asilvestrados y gaviotas con diferentes sistemas "no nocivos" para el resto de animales.
El acto estuvo presidido por el conseller de Medio Ambiente, Miquel Àngel Grimalt; el director de Caza, Protección de Especies y Educación Ambiental, Pere Ramon, así como miembros de la Guardia Civil y Natura Parc.
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